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Soto Martín, Fernando
Person · 1938-2014

Fernando Soto Martín nació en la barriada sevillana del Cerro del Águila el 7 de diciembre de 1938 de un matrimonio de trabajadores, un albañil y una pellicera. Pudo cursar estudios primarios hasta que a los 12 años se inició en el mundo del trabajo al ingresar en la escuela de aprendices de la Hispano Aviación S.A. (H.A.S.A). Permaneció en ella hasta los 18 años aprendiendo el oficio de chapista. A esa edad se incorporó a los talleres de la empresa como oficial chapista, trabajo que compaginó con horas extras en pequeños talleres del sector. En agosto de 1961 se casó con María Mendoza, “Mary”, con quien tiene tres hijos en la actualidad.
En 1959 ingresó en el Partido Comunista de España en una célula de su empresa. Durante 1961 y 1962 participó activamente en grupos de trabajadores que presionaban a los cargos sindicales para que fueran tenidas en cuenta las demandas de los obreros, al mismo tiempo que preparaban nuevas candidaturas independientes a las elecciones del Sindicato Vertical. Eran los orígenes de las Comisiones Obreras en Sevilla y Fernando Soto uno de sus organizadores. Se presentó en una de esas candidaturas a las elecciones sindicales de 1963, siendo elegido enlace sindical y vocal provincial del Sindicato del Metal. Por primera vez se puso en cuestión la práctica habitual de designar a un empresario como Presidente del Sindicato Provincial y se presentó a Fernando Soto, aunque lógicamente no salió elegido.
Con otros enlaces de su fábrica participó en la “Comisión de Enlaces Sindicales de H.A. S.A.” desde la que formularon reclamaciones y reivindicaciones laborales. Junto a otros vocales y enlaces trabajó por organizar y dotar al sector metalúrgico de una auténtica representación obrera, llegando a interpelar, junto a otros compañeros, al Ministro Secretario General del Movimiento, José Solís Ruiz, en un acto público –la clausura de un Consejo Económico Sindical celebrado en el teatro San Fernando de Sevilla– para que fueran permitidas las reuniones de trabajadores, con o sin cargos sindicales presentes, en los locales del sindicato vertical.
En las siguientes elecciones sindicales, en 1966, fue reelegido enlace sindical y vocal provincial y elegido Presidente de la Sección Social del Sindicato Provincial del Metal, en una candidatura que copó todos los cargos sindicales. En 1965 participó en el VII Congreso del PCE, celebrado en París, allí fue elegido miembro de su Comité Central.
Su primera detención llegó el 1º de mayo de 1967 cuando participaba en una manifestación contra el paro y la represión y reivindicando un sindicato democrático. Fue multado con 25.000 pts y procesado por el Tribunal de Orden Público, que lo acusó de “manifestación no pacífica” y lo condenó a tres meses de cárcel. Además, la condena conllevó su despido laboral y la desposesión de sus cargos sindicales. Fue incluido en las llamadas “listas negras” por lo que no conseguiría trabajo en ninguna empresa del sector. Su familia y él tuvieron que subsistir de los trabajos irregulares por horas que Fernando conseguía en pequeños talleres y de la solidaridad de sus compañeros.
Fue nuevamente detenido unas horas después de proclamarse, por el gobierno franquista, el Estado de Excepción en enero de 1969. Tras pasar un mes en la cárcel de Sevilla fue deportado a Valdepeñas de Jaén hasta la finalización del Estado de Excepción en el mes de marzo.
En 1970, en un comité ampliado, es nombrado miembro del Comité Ejecutivo. Falta lo del estado de excepción de noviembre 1970- enero 1971. Aquí se exilia.
A su vuelta a Madrid vivió más de un año en la clandestinidad, hasta que fue nuevamente detenido en la reunión de la Coordinadora Nacional de las Comisiones Obreras celebrada en el convento de los oblatos en Pozuelo de Alarcón (Madrid) el 24 de junio de 1972 y encarcelado en Carabanchel. Junto al resto de sus compañeros fue procesado por el Tribunal de Orden Público por el sumario 1001/72 y juzgado en diciembre de 1973. Por su pertenencia a las CCOO, Fernando Soto fue condenado por “asociación ilícita” en grado de dirigente a 17 años, cuatro meses y un día de cárcel. Comenzó a cumplir su pena en la prisión de Carabanchel pero tras muchas presiones de familiares, amigos y compañeros, consiguió ser trasladado a la cárcel de Jaén. De allí salió en libertad a finales de noviembre de 1975 a causa del indulto del recién nombrado Rey Juan Carlos.
Tras la muerte de Franco desarrolló una intensa tarea política. En las primeras elecciones democráticas (1977) fue elegido diputado a Cortes por Sevilla en las listas del PCE, repitió como diputado en la primera legislatura (1979-1982). Desde 1977 fue Secretario General del PCE en Andalucía, y desde la constitución del Partido Comunista de Andalucía (PCA), en diciembre de 1979, Secretario General del mismo, cargo en el que se mantuvo hasta su dimisión en 1981. Como máximo responsable de los comunistas andaluces, Fernando Soto tuvo un destacado papel en la lucha por el Estatuto de Autonomía. Tras dimitir como Secretario General en 1981 se reincorporó a su puesto de trabajo en CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A., heredera de HASA).
En 1984 fue nombrado asesor del gabinete del Presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla. Se afilió al Partido Socialista Obrero Español y en sus listas salió elegido en 1986 diputado autonómico por Sevilla en el Parlamento andaluz (II legislatura, 1986-1990). Entre 1988 y 1989 fue designado Senador en representación la comunidad autónoma andaluza.
En 1989 dejó sus cargos como parlamentario y senador para integrar la candidatura socialista por Sevilla al Congreso de los Diputados. Salió elegido diputado del Grupo Parlamentario Socialista y permaneció allí durante la IV y la V legislaturas (1989-1996). Tras dejar el Congreso en 1996 se reincorporó de nuevo a Construcciones Aeronáuticas hasta que en 1997 se prejubiló.
Entre 1998 y 2002, fue Coordinador del Plan Andaluz de Erradicación del Chabolismo y en marzo de 2007 fue nombrado Comisario para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, cargo en el que permaneció hasta su dimisión en el verano de 2008.
Es autor de los libros A ras de tierra (Akal, 1974); Por el sendero de la izquierda (Universidad de Sevilla, 1996) y Odisea en re menor: con parada y fonda en Carabanchel (Diputación de Sevilla, 2001).

Person

Fernando Soto Martín nació en la barriada sevillana del Cerro del Águila el 7 de diciembre de 1938 de un matrimonio de trabajadores, un albañil y una pellicera. Pudo cursar estudios primarios hasta que a los 12 años se inició en el mundo del trabajo al ingresar en la escuela de aprendices de la Hispano Aviación S.A. (H.A.S.A). Permaneció en ella hasta los 18 años aprendiendo el oficio de chapista. A esa edad se incorporó a los talleres de la empresa como oficial chapista, trabajo que compaginó con horas extras en pequeños talleres del sector. En agosto de 1961 se casó con María Mendoza, “Mary”, con quien tiene tres hijos en la actualidad.

En 1959 ingresó en el Partido Comunista de España en una célula de su empresa. Durante 1961 y 1962 participó activamente en grupos de trabajadores que presionaban a los cargos sindicales para que fueran tenidas en cuenta las demandas de los obreros, al mismo tiempo que preparaban para las elecciones sindicales candidaturas independientes a las propuestas por el “Sindicato Vertical”. Eran los orígenes de las Comisiones Obreras en Sevilla y Fernando Soto uno de sus organizadores. Se presentó en una de esas candidaturas a las elecciones sindicales de 1963, siendo elegido enlace sindical y vocal provincial del Sindicato del Metal. Por primera vez se puso en cuestión la práctica habitual de designar a un empresario como Presidente del Sindicato Provincial y se presentó a Fernando Soto, aunque lógicamente no salió elegido.

Con otros enlaces de su fábrica participó en la “Comisión de Enlaces Sindicales de H.A. S.A.” desde la que formularon reclamaciones y reivindicaciones laborales. Junto a otros vocales y enlaces trabajó por organizar y dotar al sector metalúrgico de una auténtica representación obrera, llegando a interpelar, junto a otros compañeros, al Ministro Secretario General del Movimiento, José Solís Ruiz, en un acto público –la clausura de un Consejo Económico Sindical celebrado en el teatro San Fernando de Sevilla– para que fueran permitidas las reuniones de trabajadores en los locales del sindicato vertical.

En las siguientes elecciones sindicales, en 1966, fue reelegido enlace sindical y vocal provincial y elegido Presidente de la Sección Social del Sindicato Provincial del Metal, en una candidatura que copó todos los cargos sindicales. En 1965 participó en el VII Congreso del PCE, celebrado en París, donde fue elegido miembro de su Comité Central.

Su primera detención llegó el 1º de mayo de 1967 cuando participaba en una manifestación contra el paro y la represión y reivindicando un sindicato democrático. Fue multado con 25.000 pts y procesado por el Tribunal de Orden Público, que lo acusó de “manifestación no pacífica” y lo condenó a tres meses de cárcel. Además, la condena conllevó su despido laboral y la desposesión de sus cargos sindicales. Fue incluido en las llamadas “listas negras” por lo que no conseguiría trabajo en ninguna empresa del sector. Su familia y él tuvieron que subsistir de los trabajos irregulares por horas que Fernando conseguía en pequeños talleres y de la solidaridad de sus compañeros.

Fue nuevamente detenido unas horas después de proclamarse, por el gobierno franquista, el Estado de Excepción en enero de 1969. Tras pasar un mes en la cárcel de Sevilla fue deportado a Valdepeñas de Jaén hasta la finalización del Estado de Excepción en el mes de marzo.

Al declararse un nuevo Estado de Excepción, en diciembre de 1970, Fernando se vio obligado a exiliarse a París para evitar su detención. Durante su estancia en la capital francesa participó en un comité ampliado del PCE donde fue nombrado miembro de su Comité Ejecutivo.

A su vuelta a Madrid vivió más de un año en la clandestinidad, hasta que fue nuevamente detenido en la reunión de la Coordinadora Nacional de las Comisiones Obreras celebrada en el convento de los oblatos en Pozuelo de Alarcón (Madrid) el 24 de junio de 1972 y encarcelado en Carabanchel. Junto al resto de sus compañeros fue procesado por el Tribunal de Orden Público por el sumario 1001/72 y juzgado en diciembre de 1973. Por su pertenencia a las CCOO, Fernando Soto fue condenado por “asociación ilícita” en grado de dirigente a 17 años, cuatro meses y un día de cárcel. Comenzó a cumplir su pena en la prisión de Carabanchel pero tras muchas presiones de familiares, amigos y compañeros, consiguió junto a Eduardo Saborido, ser trasladado a la cárcel de Jaén. De allí salió en libertad a finales de noviembre de 1975 a causa del indulto del recién nombrado Rey Juan Carlos.

Tras la muerte de Franco desarrolló una intensa tarea política. En las primeras elecciones democráticas (1977) fue elegido diputado a Cortes por Sevilla en las listas del PCE, repitió como diputado en la primera legislatura (1979-1982). Desde 1977 fue Secretario General del PCE en Andalucía, y desde la constitución del Partido Comunista de Andalucía (PCA), en diciembre de 1979, Secretario General del mismo, cargo en el que se mantuvo hasta su dimisión en 1981. Como máximo responsable de los comunistas andaluces, Fernando Soto tuvo un destacado papel en la lucha por el Estatuto de Autonomía. Tras dimitir como Secretario General en 1981 se reincorporó a su puesto de trabajo en CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A., heredera de HASA).

En 1984 fue nombrado asesor del gabinete del Presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla. Se afilió al Partido Socialista Obrero Español y en sus listas salió elegido en 1986 diputado autonómico por Sevilla en el Parlamento andaluz (II legislatura, 1986-1990). Entre 1988 y 1989 fue designado Senador en representación la comunidad autónoma andaluza.

En 1989 dejó sus cargos como parlamentario y senador para integrar la candidatura socialista por Sevilla al Congreso de los Diputados. Salió elegido diputado del Grupo Parlamentario Socialista y permaneció allí durante la IV y la V legislaturas (1989-1996). Tras dejar el Congreso en 1996 se reincorporó de nuevo a Construcciones Aeronáuticas hasta que en 1997 se prejubiló.

Entre 1998 y 2002, fue Coordinador del Plan Andaluz de Erradicación del Chabolismo y en marzo de 2007 fue nombrado Comisario para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, cargo en el que permaneció hasta su dimisión en el verano de 2008.

Es autor de los libros A ras de tierra (Akal, 1974); Por el sendero de la izquierda (Universidad de Sevilla, 1996) y Odisea en re menor: con parada y fonda en Carabanchel (Diputación de Sevilla, 2001).

Ruiz Tagle, Ana María

Abogada y política, se licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla en 1966, jugó un destacado papel como abogada laboralista encuadrada en las filas del PSOE durante los años finales del Franquismo y los de la Transición.

López Sánchez, Eugenio

Nació en El Coronil (Sevilla) en el año 1932. Su padre era bracero y republicano de izquierdas.
En El Coronil, la familia compuesta por los padres y cinco hermanos, vivían en una casa alquilada en la que convivían varias familias, en ella disponían de una sola habitación y compartían la letrina y la cocina.
Tanto él como sus hermanos, trabajaron desde niños con el ganado, en el campo y en todo lo que surgiera para ayudar a su familia. Eugenio fue muy poco al colegio porque sus padres lo sacaban cada vez que había faena. Completó su escasa formación asistiendo a la escuela nocturna. A partir de 12 años se dedicó exclusivamente a trabajar, no volvió a ir a la escuela.
La miseria de su familia, el hambre en el pueblo, la mortandad infantil, las diferencias de clase, la represión que los franquistas habían hecho en El Coronil, la marginación que sufrió su padre por ser de izquierdas, fueron algunas de las realidades que vio de niño y que contribuyeron a que despertara en él un espíritu rebelde.
A los 16 años trabajó en una barbería. En 1952 se mudó a Sevilla con sus hermanos trabajando en lo que “salía” hasta que finalmente puso una barbería en su propia casa. Esto lo fue compaginando con un curso de formación profesional de electricidad por correspondencia y pronto empezaría a hacer sus primeros trabajos en ese sector.
Durante los años cincuenta, trabajando en la barbería conoció a muchos obreros, algunos organizados en el PCE; allí fue tomando conciencia de clase, leyendo algún Mundo Obrero y algunos libros ilegales que cayeron en sus manos, escuchando La Pirenaica y Radio Moscú. Finalmente ingresa en el Partido Comunista de España a finales de los años cincuenta.
En 1962 cierra la barbería y se marchó a Barcelona, durante seis meses, a trabajar de electricista en una empresa. De regreso a Sevilla, en 1963, comenzó a trabajar en Entrecanales y Távora como electricista. Se casó y se quedó a vivir en casa de sus padres.
Al entrar en la fábrica se presenta a las elecciones sindicales de ese mismo año (1963), siguiendo las consignas del partido, y salió elegido como enlace sindical. Empieza a asistir a las reuniones del Sindicato Vertical del Metal, en el patio de Morería. Eduardo Saborido le dirige hacia las reuniones que se están desarrollando en el sector de la construcción y contacta con otros enlaces sindicales que también eran militantes del PCE.
En torno a 1965 la fábrica sufrió un proceso de ampliación que conlleva nuevas contrataciones. Eugenio aprovecha su influencia para contribuir a meter a muchos represaliados despedidos de otras empresas como José María Rangel, Antonio Cobo, Antonio Pérez. Ello les permitió organizar un grupo y crear una comisión obrera en su empresa desde la que plantear las primeras reivindicaciones laborales, realizar asambleas abiertas en el comedor, organizar movilizaciones, paros, marchas lentas, etc.
En las elecciones de 1966 salió elegido por los trabajadores como vocal de la Sección Social del Sindicato Provincial de la Construcción y dos años después, en 1968, alcanzó la Vicepresidencia de la Sección Social. Ese mismo año se sumó, como representante de su rama, a la Intercomisión de Sevilla (la primera de estas características en Andalucía), plataforma de las Comisiones Obreras formada por los representantes más destacados de cada sector o rama. Desde esos momentos se convirtió en uno de los dirigentes del movimiento de las Comisiones Obreras en la capital andaluza.
Para reorganizar al sector de la construcción, convocaba reunión semanal los viernes por la tarde en el rellano de la 6ª planta del sindicato vertical de la calle Trajano, que era donde estaba la UTT de la Construcción. Semanalmente se repetían allí las escenas de desalojo a cargo de los grises, lo que provocaba cierta tensión, y es ahí donde surgía el temperamento de serenidad, de aplomo, la templanza, el sosiego de Eugenio López.
Una de sus principales conquistas fue lograr que la cena de los trabajadores de Entrecanales y Távora, del turno de noche, corriera a cargo de la empresa. Otra de las principales luchas fue acabar con la eventualidad dentro de la fábrica. Para lograrlo, incluso llegaron a encerrarse en la iglesia del Sagrario. La empresa Entrecanales y Távora se convirtió, gracias al a acción de este grupo, en la insignia de la movilización en el sector de la construcción.
Eugenio López fue uno de los principales organizadores y dirigentes de la primera huelga general de la construcción que hubo en España durante la dictadura. Era el año 1970 y Eugenio uno de los miembros de la comisión negociadora del convenio provincial de la construcción. La fallida negociación del convenio derivó en la convocatoria de dos huelgas generales del sector, en marzo y junio. Ambas huelgas dejaron su impronta a nivel nacional, por ser pioneras en España y por la vasta represión que se ciñó sobre los trabajadores del sector, con cientos de despedidos.
Durante las huelgas llevadas a cabo contra la pena de muerte impuesta a los encausados en el llamado proceso de Burgos (diciembre de ese mismo año), es detenido junto a José María Rangel. Permanece 72 horas en los calabozos de la comisaría, la dictadura había declarado el estado de excepción. Durante estos días, sufrió interrogatorios acompañados de torturas, además fue despido de la empresa y condenado a un año de prisión por delito de sedición. Además, en mayo había sido desposeído de su cargo sindical.

Junto a otros compañeros de la construcción, como Antonio Herrera, Fernando Zamora o José María Rangel, formó parte de la Comisión Delegada de las comisiones obreras de Andalucía que de facto actuó como dirección interina de la organización debido al vacío dejado en la cúpula de la organización por las detenciones en el llamado proceso 1001. Como miembro de esta dirección participa en la reconstrucción de la organización tras la represión sufrida en los primeros años setenta.
Junto al resto de la organización de CCOO se implicó activamente en las campañas pro amnistía y a favor de la recuperación de las libertades. En este sentido, fue uno de los firmantes del «Manifiesto de los Cien a la opinión pública».
En la Asamblea Regional de las Comisiones Obreras de Andalucía celebrada clandestinamente en la Iglesia de «Los Pajaritos» de Sevilla, el 12 de septiembre de 1976, Eugenio fue elegido miembro del Secretariado de CCOO. A comienzos del año siguiente fue elegido para formar parte de la dirección de la Unión Provincial de Sevilla. Fue uno de los principales líderes de la oposición democrática durante el periodo del cambio de régimen, contribuyendo a que las luchas en la calle impidiesen la continuidad de la dictadura. De hecho, en las primeras elecciones democráticas tras la muerte del dictador, celebradas en junio de 1977, Eugenio integró la candidatura de la provincia de Sevilla al Congreso de los Diputados.
En las primeras elecciones democráticas de ámbito municipal, celebradas en abril de 1979, Eugenio López Sánchez salió elegido concejal por la candidatura del PCE al ayuntamiento de Sevilla.
En 1984, durante el IV Congreso de CCOO Andalucía, fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva.

Del Rio Caballero, José

Trabajador metalúrgico nacido en Sevilla en 1944. En la década de 1960 empezó a formar parte de grupos cristianos de base, en las Juventudes Obreras Católicas, a partir de donde entró en contacto con militantes del PCE y de las CCOO, organizaciones en las que ingresó.

Militante antifranquista nacida en Sevilla en 1958, trabajó en el sector textil, en la empresa INDUYCO, donde destacó por la defensa de sus compañeras, llegando a ser miembro del Comité de Empresa por CCOO.

Nacido en Sevilla en 1948, militante antifranquista perteneciente al PCE, fue uno de los fundadores de la primera Comisión Obrera que se creó en la empresa textil sevillana HYTASA, en la segunda mitad de la década de 1960.

Nacida en Sevilla en 1946, trabajadora textil que militó en el antifranquismo en los últimos años de la dictadura desde posiciones trotskistas (POR) y fue detenida y condenada por el Tribunal de Orden Publico, pasó por cárceles de mujeres en Barcelona y Alacalá de Henares. Se casó con el pintor Francisco Cuadrado, también militante antifranquista.

Nació en Camas (Sevilla) en 1939. Trabajador de Flex, donde fue elegido enlace sindical en 1966, jugó un importante papel en la configuración del movimiento obrero antifranquista. Fue miembro de la ejecutiva regional del Sindicato de la Construcción en la legalidad.